La pandemia ha servido para mirar con (más) respeto, a personas que hasta hace unos meses pasaban desapercibidas. Nos referimos entre otras, a las que componen los equipos de aseo y limpieza y que trabajan en la mayoría de las empresas. “…ahora hasta nos saludan y dan las gracias…” comentaban en una reunión de evaluación con un cliente. Que tristeza y que alegría el oír esto, algo está cambiando.
Igual tú no les has podido ver en las oficinas, porque aún no has vuelto a pasar por allí desde que estás haciendo trabajo remoto. Donde sí van cada día, es a los centros comerciales, restaurantes, universidades, hoteles, y sobre todo a los hospitales, donde se deben mantener unas medidas de higiene muy superiores a las de hace unos meses. Por eso la limpieza ha cobrado una relevancia que no tenía hasta la fecha. Esto ha supuesto que le demos más importancia a la labor de unos profesionales que llevan ahí desde siempre y no los vemos hasta ahora.
Las empresas proveedoras llevan toda la vida prestando servicios bajo esquemas con contratos clásicos. Esto está evolucionando en algunos casos, hacia modelos de Facility Management más complejos (por cierto, un modelo de FM no tiene nada que ver con dar más o menos servicios con un solo contrato). Para materializar esa evolución, esos mismos proveedores tienen que ir amoldándose a una reglas y condiciones, que, si se articulan bien, son beneficiosas para ambas partes. Mayor transferencia de riesgo o una retribución variable, se compensa con contratos más largos y un trato win-win más amable.
Trabajar con niveles de servicio hace que se aporte valor a la relación cliente-proveedor. Pero esto no siempre es así, y cuando falla, la culpa es en realidad de un mal llamado “contrato de FM”, no de los proveedores. Se les exigen resultados sobre aspectos que están fuera de su alcance, como equipos mal dimensionados o abandonados; se les penaliza de forma incoherente, confundiendo la retribución variable con la indemnización de un seguro, y se les valora, en base a encuestas de clima en las que no se explica a los empleados descontentos que se trabaja con la mitad del presupuesto.
Los proveedores de servicio son esos socios invisibles, sin los cuales la operación de muchas empresas se pararía de inmediato. Pero los proveedores de servicios de FM son, además, los que hacen que se puedan definir e implantar modelos más complejos, que dan valor a nuestra profesión y nos diferencian de una gestión más tradicional. Esta evolución, importante y necesaria, es lo que hará que el Facility Management ocupe un lugar relevante en las organizaciones. Por eso les ayudamos con el cambio, formando y asesorando a sus equipos, ya que el futuro de nuestro progreso depende de ellos:
Sin buenos proveedores de FM, nunca tendremos buenos modelos de FM
Este post va dedicado a todas las empresas de servicios que están evolucionando hacia una provisión más profesionalizada. A los que dan uno, dos o todos los servicios y a los que cubren la capa de gestión, la de provisión o ambas, ya que todos pueden ser proveedores de FM. También va para las personas que se esfuerzan por cambiar, adaptarse a modelos más modernos y adquirir mayores compromisos. Con su esfuerzo están ayudando al desarrollo del Facility Management en sus países.
Gracias