Es raro si no has oído el término 5G, pero es necesario entender qué es y conocer cómo se está pensando usar, para sólo poder imaginar lo que se podrá llegar a hacer y lo que puede llegar a suponer para la humanidad.
Esta nueva tecnología móvil de telecomunicación es hasta 100 veces más rápida que la actual 4G, tiene una baja latencia, permite conectar un mayor número de dispositivos y además genera un menor consumo, lo que soluciona el gran problema actual de alimentación de los equipos IoT o internet de las cosas. Esta velocidad de trasmisión de datos, unida a las nuevas capacidades de computación, hará posible crear entornos virtuales desde cualquier lugar. El móvil que llevamos en el bolsillo tiene más capacidad de procesado que el ordenador que llevó el hombre a la luna.
Esta nueva tecnología va a cambiar muchas cosas, pero por lo que a nosotros afecta, va a reconfigurar la forma de trabajar y en consecuencia la forma que deberemos dar apoyo a las organizaciones. Por cierto, siempre tendemos a asociar el FM a las oficinas, pero el 5G va a transmutar la forma de estudiar o la de comprar, por lo que los modelos de soporte para universidades o centros comerciales también cambiarán radicalmente.
Esta nueva baja latencia permite “saber” lo que está pasando en un dispositivo conectado casi en tiempo real (1 milisegundo), aspecto necesario para la conducción autónoma, pero que ofrece múltiples posibilidades en la gestión de ciudades inteligentes o de espacios con multitud de personas. Mediante reconocimiento facial, pulseras de actividad o relojes inteligentes, un sistema central puede conocer lo que está percibiendo cada una de las personas de una masa de población y actuar en consecuencia casi en tiempo real.
Las personas podrán trabajar en salas virtuales creadas desde cualquier lugar, simplemente con unas gafas de realidad virtual, que anticipamos llevaremos encima todo el tiempo, igual que ahora llevamos el teléfono y hace años se veía raro. Pensemos en lo fácil que es realizar una videoconferencia desde cualquier sitio simplemente con el móvil y unos auriculares, pues imagina con 100 veces más de velocidad, será como estar virtualmente con la otra persona o grupo de amigos o compañeros de trabajo, similar al Spaces de facebook, que por cierto, si no lo has visto, te recomiendo que lo hagas, ya que seguro ahora tomará una nueva dimensión.
Si a esto le ponemos unos guantes de realidad virtual, o unos hápticos con lo que se puede sentir lo que tocas, las posibilidades se multiplican. No sólo puedes trabajar como si estuvieras en otro sitio, puedes trabajar, crear o interactuar en tiempo real con otras personas o equipos que no están allí. Esto no es ciencia ficción, ya hace años que se hace cirugía en remoto con sistemas similares.
Para los que sigan en una oficina trabajando, se podrá saber al instante si alguien tiene calor, está cansado, si se distrae o si necesita un vaso de agua o dar un paseo. Se controlarán y regularán no sólo aspectos técnicos como la temperatura de una zona, la ventilación, la cantidad de oxígeno, la intensidad y color (temperatura) de la luz, también se actuará sobre la hora de salida si hay tráfico, el acabar antes una reunión porque ya no se debaten temas nuevos o aportar una noticia o dato que ayude con un proyecto. Aquí se deberá regular la privacidad de las personas, pero esto es tema aparte.
Será más rápido y seguro conectarnos a la red 5G que hacerlo al “wifi”, lo que seguro no nos sale gratis, primero porque hace falta un móvil nuevo, ya que el que tenemos no vale y luego porque nos hará adictos a mantenernos en un ecosistema hiper-conectado donde llegará un momento en que no podamos prescindir de él. Imaginemos lo trágico que es ahora cuando se cae durante unas horas el WhatsApp o el GPS, pues imagina ahora cuando estemos permanentemente enganchados a un sistema que nos diga a quién nos cruzamos por la calle y qué hizo ayer, qué pasa en cada tienda alrededor nuestro o estemos virtualmente de vacaciones con nuestros amigos volando en globo o asistiendo a clases de cocina.
Pero no todo serán ventajas, hay varias corrientes que advierten que no se sabe cómo estas nuevas frecuencias más altas pueden afectar al cuerpo humano, ya que por decirlo de alguna forma, se parecen más a las del microondas y podrían llegar a tener un impacto en las capas externas de la piel, aparte de otros trastornos. Algunos países como Suiza han vetado su uso hasta no tener más datos. Aquí en España se han iniciado dos pruebas piloto en Segovia y Talavera de la Reina, no sin las duras protestas de ecologistas y otros colectivos.
Lo que no cabe duda es que, igual que se venden microondas y que tenemos cada vez más móviles, tendremos 5G en un futuro no muy lejano y tendremos que estar preparados para adaptarnos a los cambios que va a suponer.
Autor: David Martinez, PhD. Consultor estratégico, formador, investigador y conferenciante internacional. Reconocido experto en Facility y Asset Management. Especializado en modelos multiculturales de gestión de inmuebles y en productividad aplicada a los entornos de trabajo.