La definición más comúnmente utilizada para sostenibilidad es: “Satisfacer las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. En un contexto empresarial, sostenibilidad podriamos decir que es la capacidad para operar de tal forma que no se dañe el medio ambiente, obteniendo un efecto positivo sobre el planeta y por qué no, sobre la compañía.
Los Facility Managers desempeñan un papel crucial en el desarrollo y gestión de unos edificios e instalaciones más sostenibles, a través de las diferentes etapas del ciclo de vida de un edificio. Este papel se desarrolla a través de la integración de todos sus conocimientos sobre sobre el diseño y funcionamiento de la instalación para reducir o eliminar los residuos, reducir o generar energía, minimizar el uso del agua, prevenir la contaminación, reducir la producción de carbono, etc.
La consideración en cualquier compañía de aspectos como los anteriormente indicados, es fundamental. Los beneficios de introducir prácticas sostenibles sobre estos aspectos en Facility Management son claros. La reducción de costes por ahorro en el consumo de energía, la reducción de las emisiones de CO2 y de los residuos generados, así como otros muchos efectos beneficiosos de las practicas sostenibles, se pueden cuantificar y presentar a la dirección de la compañía para defender la introducción de prácticas sostenibles en la gestión de los edificios demostrando además su efecto positivo en la cuenta de resultados.
Sin embargo, habitualmente, muchos de los efectos económicos positivos no aparecen de inmediato. Hay que tener una visión a largo plazo de la mayoría de las prácticas sostenibles y evaluar cuidadosamente los efectos positivos de estas alternativas verdes sobre las metodologías de construcción, operación y mantenimiento tradicionales, para poder convencer a la Dirección sobre los beneficios de la introducción de estas.
Una vez que el costo del ciclo de vida y el costo total de propiedad (TCO) se tienen en cuenta, una organización puede desarrollar una imagen mucho más clara de los beneficios de las prácticas sostenibles. El Facility Manager se encuentra en una posición única para ver y actuar en todo el proceso, ya que se trata de la principal figura en la gestión del ciclo de vida de una instalación. Por lo tanto, el Facility Manager debe convertirse en el fiel defensor de las prácticas sostenibles en la compañía. Armado con las herramientas adecuadas de planificación financiera y estratégica, el Facility Manager puede crear un valor e imagen duradera para la compañía mediante el desarrollo, implementación y mantenimiento de prácticas sostenibles en los activos y sus instalaciones.
Además de todo ello, los Facility Manager también deben recordar que los reglamentos y la legislación se centran cada vez más en asegurar que los edificios sean sostenibles. Los nuevos proyectos de construcción, así como las rehabilitaciones tienen que cumplir obligatoriamente con muchos requisitos en relación a cuestiones ambientales como la eficiencia energética, por lo que las practicas sostenibles no únicamente son necesarias para ahorrar costes y mejorar la imagen corporativa, sino que también lo son para cumplir los requisitos legales.
Como observamos, la sostenibilidad se ha convertido cada vez en un aspecto más importante para los gobiernos, instituciones profesionales y la comunidad empresarial en general. Sin embargo, no siempre los profesionales del Facility Management están a la vanguardia en sostenibilidad, fundamentalmente en el impacto que tienen la operación y gestión de sus propiedades y recursos en el día a día. Por todo ello resulta muy importante que el Facility Manager se preocupe en mejorar continuamente su formación en este aspecto e investigar e informarse de las mejores prácticas en este sentido para llevar y mantener a su compañía en la vanguardia sobre sostenibilidad.
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