En estos días de confinamiento obligado, hemos oído mensajes de rechazo rotundo al teletrabajo, a los que he respondido de forma contundente. Llevamos diez años con el 100% de la plantilla de Europa y Latinoamérica trabajando en remoto, y no compartimos sus quejas. No obstante, al escuchar sus razonamientos, podemos entender su enfado.
Factores del rechazo
Para muchos es la primera vez que trabajan desde casa. Algunos no cuentan con lo que en FMHOUSE llamamos la PERCHA: La P del permiso, aunque en este caso sea obligado; la E del espacio, dedicado y preferiblemente separado; la R de recursos, buena conexión, una pantalla grande y un ratón, esto no es ninguna tontería, se nota mucho en la productividad; la C de confort, desde la iluminación, la mesa o la silla, a tener algo para los pies; La H de horario, esto es importante, si no acabarás deambulando y se te pasará el día. Y la A de actitud: vístete, come y bebe como si fueras a trabajar, no como si estuvieras de vacaciones y de vez en cuando trabajaras.
Aparte de carecer de algunas de estas cosas, otro factor negativo es que de repente muchos padres se convierten en profesores. No tienen bastante con adaptarse al entorno, que además les han mandado del colegio deberes, prácticas y trabajos manuales. Una compañera nos dijo el otro día que estaba haciendo un instrumento musical con elementos reciclables, por lo menos se desarrolla la imaginación.
Otros aspectos a considerar del confinamiento son el no poder salir de casa, no hacer deporte al aire libre, no socializar, y para los que tienen niños, tenerlos encerrados es un trauma. Además, el no ver a nuestros seres queridos genera una sensación de impotencia que, si lo unimos al temor del contagio, a las noticias de infectados y fallecidos y a la incertidumbre de lo que va a durar, es un cóctel de frustración que lo acaba pagando el teletrabajo. Al compartir esta idea entre compañeros, todos confirmamos que incluso para nosotros, que llevamos años con una buena PERCHA se nos está haciendo complicado. No podemos imaginar cómo será para el resto.
Una situación especial
Nuestro mensaje es que esto no es teletrabajo, es una situación particular. Ahora se debe combinar un nuevo trabajo, con hacer de profesor, el estrés de no contagiarte y la incapacidad de salir de un entorno cerrado. La dosis de paciencia y autocontrol que se debe tener no es la misma a la de una persona que hacía teletrabajo hace tres meses. Os invitamos a probarlo cuando todo esto acabe, prometemos que funciona.