Aunque el término no es nuevo, aplicarlo al entorno del Facility Management es una respuesta a buscar formas de ganar visibilidad y reconocimiento para la disciplina. Ponerle adjetivos atractivos al FM puede generar un interés en sectores o grupos que hasta ahora no habían prestado suficiente atención.
El Triple Bottom Line
Para poder hacer una adaptación válida, es necesario entender la base sobre la que se sustenta, es decir, conocer lo que representa el Triple Bottom Line (o TBL) para las empresas. El concepto está vinculado a fomentar una economía sostenible donde se pone foco en tres aspectos de la empresa: el económico, como es lógico, pero también el ambiental y el social. Cuando una organización integra una política orientada al TBL, buscará maximizar el beneficio financiero sin perder de vista los aspectos sociales o ambientales a la vez que intenta eliminar o reducir al máximo el impacto negativo sobre estos aspectos.
Merece la pena mencionar que Robert Kaplan, que para los que no lo conozcan es uno de los padres del Balance Score Card (BSC) tan usado en negocios, afirma en su último estudio de investigación que el implantar un TBL es más efectivo y permite una mejor medición de resultados que usar el enfoque ESG, tan de moda en estos momentos. Afirma que el TBL es como el ESG pero sin la G. Apunta que tiene un foco social y ambiental pero con los objetivos económicos propios de una empresa. Medir la gestión de cada uno de los aspectos es muy diferente y no permiten resultados medibles ya que se comporta como un proceso. En cualquier caso, esta es la base de la analogía que proponemos.
Nuestra interpretación
La idea surge durante un proyecto de consultoría, al ordenar distintos factores para definir la mejor estrategia de FM con una clara política empresarial basada en el TBL; Ahí surgió la idea: ¿por qué no hacer el nuestro propio, pero con 3 componentes del modelo? Así decidimos que las personas deben ser el foco, pero sin perder de vista la parte sostenible a la vez que se integraba la tecnología como palanca principal. Los tres componentes deben coexistir y no se puede prescindir de ninguno de ellos, asegurando un equilibrio viable y duradero en el tiempo.
El primer punto clave es que el TBL aplica a empresas y aquí lo queremos extrapolar, aunque con otros términos, a un solo área, en concreto al departamento de FM. Esto supone que el foco ya no es el negocio sino el soporte que se le demanda, con todas las consecuencias. Pensar en la percepción de quienes usan o “habitan” un espacio como prioridad, pero sin dejar de lado el resto, es referirse a los modelos centrados en personas. Tampoco es nuevo, ya que lo contábamos en 2016 (ver video), pensando que serían hoy una práctica común.
La componente sostenible ha ido escalando posiciones en el ranking de las prioridades del FM, a la vez que crece la concienciación general y la legislación que la rodea. Definir unas políticas, o por lo menos unos procedimientos, que regulen el funcionamiento del área y el comportamiento de los proveedores externos es algo necesario. Si además se pueden aportar soluciones para reducir el impacto o proponer medidas que contribuyan al objetivo global, se consolida la justificación de incluirlo como parte de nuestro TBL.
Y por último la tecnología, que ha dejado de ser una opción para convertirse en una obligación. Podríamos decir que, igual que no se concibe el funcionamiento de una empresa sin el uso de ordenadores, es difícil imaginar un modelo avanzado de FM sin una capa tecnológica que reciba y procese datos, que actúe de forma más o menos inteligente y que proporcione la mejor información en tiempo real para tomar decisiones. El modelo de reporting tradicional, entendido como un conjunto de documentos, ha muerto.
El evento
El nuevo concepto del Triple Bottom Line en FM será el tema del congreso CIFMERS 22 de septiembre, agrupando los 3 componentes de dos en dos en tres bloques de conferencias. Uno de los objetivos, aparte de la difusión, es testear la validez de la propuesta para crear un white paper o documento que sirva para promover y usar el concepto. Los que no puedan venir a Madrid, se podrán conectar a la retransmisión online. Más información y registro aquí.
Ojalá este enfoque sirva para que desde las altas esferas de las empresas se interesen un poco más por lo que hacemos y ganemos en visibilidad y reconocimiento.
David Martínez