Contratar una buena consultora para los procesos y estrategias de Facility Management es parte del éxito de una empresa, por eso se deben valorar ciertos aspectos que te presentamos a continuación.
¿Qué diferencia una buena consultora de otra?
Para responder a esta pregunta se debe mirar primero el ámbito que se trata. Una consultora financiera debe tener un respaldo sólido con inversores fiables y haber demostrado rentabilidades y beneficios de forma consistente a lo largo del tiempo. Una empresa que asesore a personas sobre temas médicos debe conocer a los mejores profesionales a nivel internacional y tener acceso a sus servicios, algo a veces muy difícil. Un asesor legal debe probar que gana juicios, conocer numerosos casos y jurisprudencia, y entender cómo funciona el sistema o hasta dónde se puede doblar sin que se rompa. En definitiva, cada campo requiere de ciertos elementos específicos para hacer una buena selección del socio que te acompañará en el camino.
El Facility Management también tiene sus propios puntos de análisis vinculados con la propia actividad de la disciplina que cubre aspectos tan dispares como los espacios, la sostenibilidad o el mantenimiento. La principal diferencia aquí es que para una misma área se pueden buscar objetivos diferentes. No es lo mismo querer ahorrar, que mejorar la satisfacción del cliente, que esperar más compromiso o transferencia de riesgo del proveedor. No se puede tener todo y hay que priorizar, por eso un buen consultor es clave. Cada empresa es distinta, aunque esté en el mismo sector, y requiere una atención particular.
Hay tres aspectos que se deben tener en cuenta para decidirse por una consultora de Facility Management u otra, y no es sencillo ordenarlos.
Sin vínculos comerciales
Para nosotros el primero es la independencia, porque es el más difícil de mantener. Como consultores, le decimos a un cliente si cabe o no en un espacio (y cómo), qué tipo de proveedor de servicios se adapta mejor a sus necesidades o si necesita una herramienta y por cuál debe decantarse. Todo esto siempre de forma objetiva y justificada. Por ello, no es posible recomendar de forma profesional más o menos superficie si tenemos oficinas en nuestro portafolio o favorecer a un proveedor o empresa de software de los que se recibe algo, o más grave aún, postularse uno mismo a dar el servicio. Son escandalosas las comisiones que se llevan algunos diseñadores por el mobiliario que ponen en sus clientes, interesando cuanto más mejor, les haga falta o no.
Conocer muchos escenarios
El siguiente aspecto a valorar para elegir una consultora en Facility Management es la diversidad y rango de conocimiento. Hay que estar familiarizado con muchos casos de empresas distintas, de países diferentes y haber vivido esos modelos durante cierto tiempo aprendiendo cómo evolucionan. Cuando tienes muchos ingredientes y has visto cómo les sientan a los comensales, podrás cocinar la mejor receta para tu cliente, antes no. Se da el caso de personas que han trabajado siempre en la misma empresa y cuando salen se convierten en consultores, pero lo que hacen es replicar el único modelo que conocen allá donde van, sea bueno o malo. Hemos llegado a ver un modelo de Facility Management en un banco y luego el mismo en una energética de otro país. El resultado es el esperado, que a los meses los dos fracasan porque era un modelo para otra empresa distinta y además estaba obsoleto. La pena es que se culpa al Facility Manager y no al consultor.
Tendencias y futuro
El tercer aspecto a tener en cuanta es la visión futurible que tiene la compañía en su trabajo. Está claro que hay que diseñar para lo que el cliente necesita hoy, pero conociendo y teniendo en cuenta dónde vamos a estar en unos años. No se puede vender o diseñar algo que sabes que estará desfasado en poco tiempo. Tampoco se pueden obviar las mejores soluciones o más avanzadas porque no se conozcan. Eso no lo hacen las buenas consultoras de Facility Management, por eso dedicar recursos a investigar es un buen indicador que las diferencia de las menos buenas.
Seguro que podemos identificar más, pero en definitiva, y como pasa con los asesores financieros, médicos o abogados, a veces el primero que encuentras o el amigo de un amigo no tiene por qué ser el mejor socio, y merece la pena analizar y valorar bien antes de decidirse por una u otra consultora.