Hasta hace un año la palabra ola estaba relacionada con el mar, el surf o algo de ese entorno. Si hoy se pregunta a alguien a qué le suena, tristemente dirá COVID, y seguramente preguntará ¿en qué ola estamos ya?
En Facility Management también hemos vivido varias oleadas en los últimos años. Han sido más como puntos de inflexión donde recibíamos una bocanada de esperanza para el futuro de nuestra profesión, pero que luego se desvanecían más o menos rápido.
Ola 1
Tuvimos la primera a finales del año 1999, cuando se empezó a rumorear sobre tener unas normas de FM que ayudarían a dar “el reconocimiento definitivo” a la profesión. El primer pico de esta ola fue en septiembre de 2001 cuando se publica la norma holandesa NEN 2748, ya que sería la base de las primeras normas regionales y el segundo pico fue un año después, cuando en noviembre de 2002 se crea un comité técnico para el desarrollo de unas normas europeas. “Todo el mundo se va a involucrar, será un proyecto global” pensábamos. La cruda realidad es que fuimos menos de 25 personas las que mantuvimos el pulso, y la mayoría de las grandes empresas clientes y proveedores, se quedaron al margen, esperando.
Tuvimos que esperar cuatro largos años hasta 2006 para ver las primeras normas publicadas: la CEN15221-1 y la CEN15221-2. Ahí estaba la segunda ola: decíamos “esto es definitivo, el empujón que necesitaba el FM para despegar, ahora sí que esto no lo pueden parar”. Pero el tiempo pasaba y nada nuevo ocurría. Seguimos haciendo normas y más normas, hasta 7 llegamos a publicar, pero todo seguía igual. Quizá no fuera el camino.
Ola 2
La siguiente ola me pilló en el epicentro. Como miembro del consejo de EuroFM conseguimos que el Parlamento Europeo nos abriera las puertas para presentar lo que era el Facility Management. Ahí íbamos a conseguir por fin, que se escuchara la voz del FM. Esa semana de noviembre del 2010 tuvimos reuniones mañana y tarde, para asegurar la asistencia del máximo número de representantes. Ahí aprendí lo que es hacer lobby, lo duro que es hacer lobby.
El día llegó y recuerdo comentar que había poca gente, pero uno de los asesores nos dijo que era buena audiencia, que parecía haber despertado interés. La presentación fue bien, pero lo importante eran las reuniones que teníamos agendadas después, creo que cenamos 3 veces aquella tarde. El feedback de los comisionados fue parecido: que todo muy interesante, pero que algo que toca tantas cosas era difícil de entender y sobre todo de vender internamente. Allí cada uno se dedica a un tema concreto y sería difícil que alguien tomara el liderazgo de algo que no está claramente en sus competencias. Esa ola bajó más hondo de lo que subió, y os aseguro que subió alto, porque realmente pensábamos que iba a ser como un nuevo amanecer… “el día que el FM entró en el Parlamento Europeo”. La verdad es que salimos como entramos, sin hacer mucho ruido.
Ola 3
Cuando ya estábamos a punto de tirar la toalla, algo sucedió. El 11 de julio de 2011 el BSI, el organismo normalizador británico, solicitó al organismo internacional de normalización la creación de comité para desarrollar las primeras normas ISO de FM. Comenzaba una nueva ola, pero esta, sí que era la definitiva. Nadie podía dudar de un trabajo internacional, todo el mundo conoce las ISO 9000, ¿Por qué no las 41000? Además, también tendríamos un sistema de gestión certificable, ¿Qué más podemos pedir?
Tras varios años de trabajo, de mucho trabajo, y de entender mejor la visión del FM en Asia, América o África, se publican las 3 primeras normas en 2017 y el MSS certificable, la ISO 41001 en 2018. Esta ha sido sin duda la ola más larga, y la que seguramente cambiará la posición del FM en las empresas, o eso pensábamos.
La verdad es que pasa el tiempo y no se ven cambios, no hay interés real y el mercado no responde como se esperaba. He elaborado un estudio global con resultados sorprendentes: Más de 50% de los 2.300 que contestaron no han oído las normas, y yo calculo que el 95% de los profesionales del sector no las conocen. Es desolador comprobar que 4 años después de la publicación, no ha surgido el efecto deseado. Seguimos haciendo normas internacionales, muchas quizá, no sé si ese es el camino.
Ola 4
¿Y en qué ola estamos hoy con el Facility Management? Pues como siempre muy emocionados porque esta es la definitiva, ahora sí que sí… después del COVID, en el año 2021 parece que se ha reconocido la labor del departamento y que a partir de ahora se nos va a tener en cuenta y a mirar con otros ojos… ¿o no? Todo el mundo nos llama para ver qué hay que hacer; a los proveedores, invisibles hasta ahora, se le trata con un respeto no visto, y a los responsables del área de FM se les consulta y tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones, algo también increíble en muchas empresas antes de la pandemia.
Seguimos entusiasmados en nuestra cuarta ola, a ver cuánto nos dura y si sacamos algo en claro, porque me veo reescribiendo este artículo en 2 años diciendo que estamos en la quinta ola y todo sigue igual, esperemos que por lo menos no desaparezca el Facility Management como alguno augura por ahí.
David Martinez, PhD
CEO FMHOUSE